En esta exposición montada en La casa encendida de Madrid podiamos ver una enorme vitrina con doce maniquíes de mujeres desnudas, agujereadas y remendadas con cinta aislante. En su frente, palabras como paz y esperanza. Su larguísimo pelo negro se inserta a su derecha, y como si de tupidas cuerdas se tratara forma una especie de triangulo visual con unos pequeños personajes que parecen haber salido de un cómic manga. La vitrina está dividida en tres bloques; en cada uno de ellos, junto a los maniquíes hay bustos, o fotos. En el primero cuatro bustos enseñan sus entrañas; en el segundo, más bustos, aunque esta vez sin cabeza y vestidos con ropa deportiva; en el último, unas fotografías de cuerpos destrozados y mutilados, muertos con sintomas de violencia. La parte posterior de la vitrina está pintada de blanco y todos pisan un suelo cubierto de rojo. También hay cables, muchos cables, los mantienen conectados, unidos, interrelacionados y por todos sitios, la cinta aislante.
Cuando entré en la sala me produjo un gran sentimiento de angustia, de querer irme de ella, pero realmente las imagenes son tan impactantes, que tardas un rato en reaccionar y en quitartelas de la cabeza. Al ser una sale totalmente cerrada hacía que no pudieras pensar nada mas que en lo que estabas viendo, haciendo que miraras a todos lados con la misma sensación de espanto.
Por lo que pude leer en la exposición el significado de la obra son los cuerpos destruidos tanto de una forma fisica, como algo metafórico, una destrucción interna de nuestro propio ser.
El autor plantea este tema hablando de la Forma cuando hace referencia a la escultura. Una forma a través de la cual visualizar las cuestiones que le preocupan, es una forma de hablar de política, filosofía, de estética o incluso de amor.
BIOGRAFÍA
Thomas Hirschhorn (Berna, 1957)se forma como diseñador gráfico en la Schule für Gestaltung de Zurich y es en su traslado a París cuando comienza su carrera de artista. Su trabajo suele mostrarse al público en forma de instalaciones: densas, profusas e invasivas. Suele ser excesivas, demandando del espectador un tiempo y una implicación inusuales, además de un ejercicio intelectual en ocasiones algo complejo. Son piezas compuestas de objetos rutinarios , como la cinta aislante o adhesiva, papel, cartón, plástico o pancartas. A menudo desarrolla el artista su trabajo a través de proyectos públicos, entre los que destacan 24h Foucault (Palais de Tokyo, 2004), el monumento a Bataille (Documenta XI, 2002), el Musée Précaire Albinet (2004) y más recientemente The Bijlmer Spinoza-Festival (2009)
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